Lo primero que recuerdo al empezar a estudiar para administrador de sistemas fue abrir Virtual PC y crear una VM para instalar Windows Server 2003, por lo que quedaba fuera de nuestra teoría las granjas de servidores físicos y la gestión individualizada de cada servidor.
Leyendo artículos y viendo entrevistas se me hace raro escuchar “antes cuando teníamos un servidor físico para cada servicio…”. Se podría decir que mi generación ’86, ya nacimos con la virtualización bajo el brazo y eso nos ahorró un cambio de época frente aquellos administradores que llevaban años peleando con estos sistemas.
Nuestra mentalidad al empezar a nivel profesional no era si teníamos dudas de si un software podía correr sobre un entorno virtualizado o no, era a nuestro entender, ilógico que no fuese así, pero escuchar aun las prohibiciones de Oracle para virtualizarse o para un entorno de Exchange Server tuviese que estar corriendo sobre un servidor físico nos desviaba del camino al futuro, que era inmediato. Poco a poco aquellos software que veían de manera reacia la virtualización empezaban a darle el soporte para fomentarla.
Evidentemente, nos hemos visto con empresas repletas de servidores físicos repartidos por le CPD o amontonados en cuartos oscuros con un aire acondicionado, en el mejor de los casos, funcionando al 100% de su capacidad para paliar tantos servidores desprendiendo calor, pero el hecho de haber empezado con la virtualización desde el inicio nos hacía más “valientes” por apostar en esa dirección y presionar por un cambio de modelo que como podemos comprobar a día de hoy es el idóneo.
Mucho, hemos justificado el buen rendimiento de la virtualización, y también muchos sustos nos hemos llevado hasta llegar a la tranquilidad que tenemos hoy en día con productos como VMWare, Hyper-V o Citrix, entre otros, pero este cambio de modelo era bueno para el departamento de sistemas y para el financiero, pues el ahorro de renovar 10 servidores a uno o dos daba por concluido el debate y se aprobaba con los ojos cerrados, teniendo en cuenta la estabilidad de los servicios y la facilidad de gestión.
Todo esto viene a que 7 años después de mi primer paso en el mundo profesional se avecina, por no decir que lo tenemos encima una nueva era denominada “cloud”, pero no cloud que toda empresa pueda gestionarse internamente en su CPD, sino la de confiar en un proveedor para que almacene todos tus servicios y datos, dependiendo de tu conexión con internet.
Teniendo la visión que estamos en un país con deficientes instalaciones en comunicación y que el mayor mercado es PYME, esta tendencia me hace comparar el proceso de pasar de modelo físico a modelo virtual y hasta que punto este cambio tiene el mismo impacto en beneficios para las partes de administración de sistemas, área económica y rendimiento de trabajo diario en una empresa y aun viendo ventajas, creo que todavía no son suficientes para este cambio y valoro, de manera personal, el cloud como una vía paralela en la gestión de servicios y un respaldo de nuestros servicios principales y no un cambio de modelo como pasó hace años atrás con la virtualización.